La primera runión entre Jordi Hereu, ya como alcalde, y Xavier Trias, como jefe del principal partido de la oposición, sirvió para recordar a Hereu que se halla en minoría. El alcalde dijo al presidente del grupo municipal de CiU que quería tenerlo a su lado en la gestión de la ciudad, y Trias le replicó que la primera medida adoptada (nombrar concejales ejecutivos en todos los distritos, incluidos aquéllos en los que PSC y CiU no tienen mayoría) es un mal camino para el entendimiento. Trias aseguró que si él fuera alcalde permitiría que en cada distrito gobernara la fuerza más votada, con lo que, afirmó, se facilitaría la proximidad entre los ciudadanos y sus elegidos. Hereu respondió que estaba dispuesto a hablar del asunto, pero no puso fecha a este diálogo.
"Creo que el alcalde se va dando cuenta, minuto a minuto, de que es verdad que no tiene mayoría", comentó Trias tras la reunión, y de que tiene que pactar tanto los grandes temas como la gestión diaria del Ayuntamiento.
El dirigente de CiU se comprometió a hacer una tarea de oposición "leal" y no bloquear el trabajo del Ayuntamiento, pero sin que eso supusiera permitir que Hereu gobierne como si tuviera una mayoría que no tiene. Tanto es así que Hereu confesó a Trias que ve la legislatura con mayor dificultad de lo que pensaba en un principio, según fuentes de CiU. La reunión entre Trias y Hereu duró un par de horas y en ella se analizaron, aunque de forma genérica, diversos asuntos. El más importante fue la gestión de los distritos, pero también el paso del AVE por el centro de la ciudad y la presidencia de las comisiones de gobiernos, que establecen los asuntos que aprobar por los plenos municipales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de junio de 2007