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Frialdad en la primera cita entre Rabat y el Polisario

La ONU acoge negociaciones sobre el Sáhara

¿Serán Marruecos y el Frente Polisario capaces de suscribir hoy un comunicado conjunto confirmando su voluntad de alcanzar un acuerdo sobre el futuro del Sáhara Occidental? Parece difícil, a juzgar por cómo empezó ayer la negociación entre dos enemigos enfrentados desde hace más de tres décadas.

Convocados por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Marruecos y el Polisario se reunieron ayer en Manhasset, en la periferia de Nueva York, para celebrar una primera ronda negociadora que debería concluir hoy con la publicación de un comunicado común. El enviado especial de Ban Ki-moon, el holandés Peter van Walsum, afirmó en su discurso inaugural que había llegado el momento de romper el bloqueo y lograr una salida negociada del conflicto "que interesa a todos".

No parece ése el estado de ánimo. El jefe de la delegación saharaui, Mahafud al Beida, se declaró a su llegada a Manhasset "no muy optimista". Horas antes, Mohamed Khadad, otro negociador del Polisario, insistía: "Si Marruecos insiste en que su proyecto de autonomía sea el punto de arranque de la negociación, la condena al fracaso".

El jefe de la delegación marroquí, el ministro de Interior, Chakib Benmoussa, no abrió la boca, pero sí lo hizo el único saharaui que forma parte de su equipo, Khali Khenna Ould Rachid, para transmitir el mensaje de que no sólo el Polisario les representa. Su intervención irritó a los miembros del Polisario.

Ban Ki-moon invitó al grupo de países considerados amigos del Sáhara, entre los que figura España, a asistir a la inauguración, pero ninguno de ellos estuvo presente en Manhasset. La diplomacia española envió a un subdirector general que permaneció en la Misión de España ante la ONU, a unos 30 kilómetros del lugar de la reunión.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de junio de 2007