El nuevo mandato municipal arrancó bronco en Muros. Tras el sorprendente pacto entre BNG (cuatro concejales) y el PP (tres) para desbancar del poder local al PSOE, que tras 23 años de gobierno volvió a ser la fuerza política más votada en las pasadas elecciones (seis ediles), el nuevo alcalde de esta localidad costera, el nacionalista Domingos Dosil, ha protagonizado un tumultuoso traspaso de poderes al impedir que concejales socialistas accediesen a sus despachos para recoger sus pertenencias.
Una juez, ante la denuncia de los ediles, abrió diligencias por estos hechos y tuvo que intervenir, mediante un auto, para poner fin al registro de esas oficinas que el alcalde había ordenado realizar a funcionarios del Ayuntamiento y prohibirles la entrada hasta que los concejales del PSOE puedan recuperar sus objetos personales. La intervención judicial permitió finalmente a los ediles socialistas Belarmino Maneiro y Concepción Sande entrar ayer en sus despachos, cuyas cerraduras habían sido cambiadas y donde se encontraron con todos los papeles revueltos.
Acompañados de la secretaria del Ayuntamiento y de un policía municipal, los concejales revisaron y recogieron sus pertenencias e hicieron precintar el ordenador con el fin de que la juez pueda verificar si alguien accedió a él. El PSOE local no descarta personarse como acusación particular.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de junio de 2007