Es una buena noticia que la Unión Europea empiece a jugar un papel propio en defensa de la democracia y los derechos humanos. Es hora de que se erija en alternativa política a EE UU, ofreciendo diálogo y apoyo donde otros sólo proponen bloqueo y aislamiento, medidas estas últimas que sólo contribuyen a fortalecer a los corruptos y a hundir más a la maltrecha población. Romario.
Estamos en lo de siempre: a cambio de pasta europea, ese infecto régimen va a liberar algunos prisioneros. Todos los defensores de los derechos humanos estábamos de acuerdo en el boicot al régimen racista de Suráfrica y no sé por qué oponerse a un imposible diálogo con el régimen cubano suponga alinearse con Aznar y otros botarates. La UE debería tener una política exterior más coherente. No puede adoptar las estériles posiciones de fuerza de Bush, pero tampoco debe rebajarse ante un régimen crepuscular. Alfie.
Cuba perdió hace tiempo su tren revolucionario. Hoy es un país empobrecido, lo que demuestra que no se puede gobernar desde un partido único. Pero los hijos de Cuba son nuestros hermanos de sangre, con independencia de quién gobierne la isla. Así que todos debemos saludar la iniciativa europea de diálogo político con Cuba. Moski.
Que la UE decida conversar con el régimen cubano y con la oposición puede ser una inmejorable oportunidad para acercar puntos de vista de cara a una hipotética transición pacífica hacia la democracia tras el fallecimiento del dictador Castro. El problema de Cuba es la división entre el sector revanchista de la oposición en el exilio y el sector, nada despreciable, de partidarios del régimen dentro de la isla. La UE puede ofrecer una alternativa a las fracasadas políticas de intransigencia, buscando un consenso entre los moderados de ambas partes. Leiter.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de junio de 2007