Nieto lejano de El gran carnaval (1951), este segundo largo de Sebastián Cordero -en cuya producción han participado Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro- tiene todo el aspecto de una carta de recomendación en el mercado internacional. Crónicas revela oficio y logra plasmar, en sus primeros minutos, un verosímil estallido de violencia colectiva y visceral, pero peca de ingenuidad y recurre a la insistencia a la hora de formular su mensaje, que era viejo y sabido cuando Wilder rodó su clásico sobre parecido tema.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de junio de 2007