El PSPV recupera la alcaldía de La Vila Joiosa después de ocho años de mayoría absoluta del PP, una época en la que la figura carismática del popular José Miguel Llorca ha sido omnipresente. El falso médico se vio obligado a dimitir cuando se conoció que ejerció sin estudios y mantuvo engañado a todo un pueblo, valiéndose de su condición fingida para ganar mayor popularidad. La pérdida de la mayoría absoluta y la imposibilidad de ejecutar el Plan General de Ordenación Urbana que enterraba el viejo pueblo de pescadores bajo toneladas de cemento, y las noticias sobre su mentira, precipitaron su ocaso. Al mismo tiempo, los cuatro partidos de la oposición han trabajado durante dos semanas para unirse en un pacto "difícil y arriesgado", según reconocen, pero "firme sobre los cimientos de una forma de gestión democrática y pensada en el ciudadano", explica el nuevo alcalde, Gaspar Lloret Valenzuela. A sus 50 años, este químico, profesor de ESO en el Instituto Mallaeta, cumplirá el sueño de ser alcalde, después de permanecer dos mandatos como concejal de la oposición y tener que soportar la "prepotencia y el sectarismo de un PP que nos arrinconó", señala.
Entre los principales problemas a los que tendrá que hacer frente figura la situación de las arcas municipales, con un déficit estimado de 18 millones de euros sobre 44 de presupuesto, y el caos urbanístico, con un Plan General -de 1999- en pleno desarrollo y con múltiples conflictos judiciales abiertos por su antecesor en el cargo, y otro Plan General que Llorca pretendía poner en marcha y que él derogará esta misma semana. Lloret fija como prioridad "devolver la voz a los ciudadanos y aumentar la democracia y la participación", para lograrlo anuncia toda una batería de propuestas y de acciones de gobierno que "reflejen la voluntad de los ciudadanos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de junio de 2007