Las primeras nieves de las comarcas de Castellón siempre llegan por Vilafranca, una población de apenas 3.000 habitantes, en la que el candidato del PSPV, Óscar Tena, ha pulverizado hasta las mejores expectativas al doblar el número de concejales obtenidos en las anteriores elecciones, hecho que, entonces, le obligó a formalizar un pacto con el apoyo de Esquerra Unida. Los socialistas han pasado de contar con cuatro representantes a tener ocho puestos para ocupar en la Corporación provincial, de la que también formarán parte tres ediles del PP. Con el apoyo de más del 74% del electorado, Tena se ha convertido en el alcalde socialista que más apoyo ha obtenido entre los votantes, resultado del que presume con orgullo pero sin soberbia.
"Es verdad que se puede decir que he sido el más apoyado", dice. Ni desgaste, ni castigo. Éstos sólo recayeron en los grupos minoritarios, Esquerra Unida y Bloc que, en ambos casos, han perdido la representación con la que contaban en un ayuntamiento en cuyo gobierno colaboraron. El socialista logró que el pueblo fuera visitado por un ministro poco antes de que se iniciara la verdadera campaña electoral, en un municipio en el que una única fábrica aglutina las expectativas laborales de la mayor parte de la población. Óscar Tena apuesta por convertir a Vilafranca en un referente comarcal y demostrar que las dimensiones de la población no siempre tienen por qué impedir la construcción de una residencia de la tercera edad, extender la enseñanza hasta los 18 años, potenciar las actividades culturales como ha hecho hasta ahora o impulsar un polígono industrial que permita paralizar el exilio continuado de los más jóvenes. Para ello, además, considera urgente una mejora en las infraestructuras de comunicación que no dejen al municipio más aislado de lo que, en demasiadas ocasiones, le deja la nieve.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de junio de 2007