La Junta de Jueces de Elche denunció ayer la precariedad de medios en la que trabajan. Los jueces consideran que sufren un "trato impropio" desde hace años por parte de la Generalitat, competente en materia de personal y recursos materiales, y recordaron que los juzgados están dispersos en seis sedes en "precarias condiciones". La junta destacó que cuatro de los juzgados se ven afectados por goteras cuando llueve y que en uno de ellos incluso se registran inundaciones. El malestar les ha llevado a expresar públicamente estas carencias y a dar traslado de las mismas al Consejo General del Poder Judicial, Ministerio de Justicia, Observatorio de Violencia Doméstica y Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ).
Las críticas de los jueces de Elche tienen como detonante los problemas que han rodeado la creación del Juzgado de Violencia sobre la Mujer (JVM). Los jueces consideran que las dependencias en las que se pretende ubicar este juzgado no son acordes con "el ejercicio digno de la función jurisdiccional, con el desarrollo de su labor por el personal funcionario y, especialmente con la naturaleza" del JMV. Lamentan, especialmente, la situación que sufrirá la mujer maltratada, que para declarar tendrá que ser "literalmente paseada" por el concurrido vestíbulo del Palacio de Justicia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de junio de 2007