Aaron tiene cinco años. Vive en L'Hospitalet de Llobregat y va al esplai Nou Quitxalles todas las tardes. "Me gusta mucho ir al esplai porque me divierto con mis amigos", asegura el pequeño.
Uno de los juegos que más le gusta es el Antón Pirulero, una actividad de grupo en la que uno de los participantes hace de líder. El resto tiene que imitarlo y el que se equivoca paga prenda. "Te quitas una bamba", concreta el niño.
También se divierte jugando al pilla-pilla, al escondite y a papás y a mamás. "Yo hago de padre, de hijo mayor o de perro", explica. A Aaron no le gusta jugar con las muñecas "porque eso es de chicas". En el esplai dibuja dinosaurios y peces porque le gustan los animales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de junio de 2007