Unas 500 personas protestaron ayer, en la puerta del Parador de Ronda (Málaga), contra el expediente de regulación de empleo (ERE) que presentó el pasado 6 de junio la empresa catalana Bonpunt, con la intención de proceder al cierre definitivo de la fábrica del municipio malagueño. Precisamente, los trabajadores protestaban como respuesta a "la infructuosa reunión" que tuvo lugar el pasado jueves, según indicó la presidenta del comité de empresa, Isabel Guerrero.
En ese encuentro, Bonpunt mantenía un despido procedente, que supondría el pago de menos de 18.000 euros de indemnización. Los empleados no aceptan esta cantidad, después de 35 años de trabajo, y exigen el mantenimiento, al menos, de algunos puestos de trabajo y que el resto de despidos se consideren improcedentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de junio de 2007