Si el viernes fueron 80.000 los pasajeros perjudicados por el descarrilamiento de un tren Euromed en las proximidades de El Prat de Llobregat (Barcelona), en la jornada ayer -que incluía la celebración de la noche de Sant Joan- fueron 50.000 los afectados. Hasta 180 trenes circularon con retrasos o bien no realizaron el servicio programado. Renfe y Adif trabajan contrarreloj con el fin de adelantar la normalización del servicio.
Hoy volverá a funcionar la línea que comunica con el aeropuerto, y la C-2, uno de los servicios más frecuentados en el Área Metropolitana de Barcelona, lo hará parcialmente. Según los responsables de Renfe, mañana estará completamente restablecido el servicio.
A primera hora de la tarde de ayer, los operarios acabaron de levantar y trasladar el Euromed, de 200 metros de longitud, a una vía de servicio de la estación de El Prat. Liberada la vía, prosiguieron los trabajos de reparación de los 200 metros de vía y 400 de catenaria que resultaron dañados por el descarrilamiento. Entre 150 y 200 técnicos trabajaron ininterrumpidamente desde el viernes para retirar el Euromed de la vía.
Renfe destinó un centenar de autobuses, que trasladaron 5.000 pasajeros por hora, a suplir la falta de servicio de la C-10 al aeropuerto y la C-2 Sur entre Sants y Gavà. En esta última, coincidiendo con la verbena de Sant Joan, intensificó el servicio alternativo en Sants por la noche, cuando muchos barceloneses acuden a la costa del Maresme del Garraf a pasar la festividad. Sin embargo, los responsables de Renfe admitieron la insuficiencia de la medida: "No podemos dar el mismo servicio. Un solo tren equivale a 38 autobuses", dijo el director de Cercanías, Miguel Ángel Remacha.
En el descarrilamiento del Euromed intervinieron dos factores: al error humano se sumó un posible error mecánico, según admitió ayer Adif. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y Renfe continúan investigando todos los factores que provocaron el accidente. "El tren no llegó a frenar en ningún momento", explicó el gerente del operativo de Adif en Barcelona, Joaquín Záforas. Se paró al descarrilar y por el efecto de fricción con el suelo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de junio de 2007