Era su última actuación, por ahora, en el teatro de las grandes cumbres europeas. Posiblemente el líder con más glamour de la última década en Europa, Tony Blair dejará esta semana de ser primer ministro británico. Y en su despedida a punto ha estado de ser el malo de esta cumbre, con permiso de los Kaczynski.
La posición de Reino Unido fue señalada el primer día como un factor de bloqueo, sobre todo por su negativa a reforzar la figura del responsable de Exteriores de la UE. Finalmente, el primer ministro británico relajó su posición.
Blair se va, y con él se retira también el fiscal general británico, Peter Goldsmith, quien legitimó la invasión de Irak encabezada por EE UU y secundada por el Reino Unido, entre otras polémicas en las que estuvo involucrado. Goldsmith presentó su dimisión ayer, tras seis años en cargo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de junio de 2007