Ocho soldados estadounidenses murieron ayer en Irak en varios ataques de la insurgencia, según informó el Ejército de EE UU. Con las bajas de ayer, son 75 los uniformados estadounidenses muertos en el país árabe en el mes de junio.
Cuatro soldados murieron en el noroeste de Bagdad cuando hizo explosión una bomba situada junto a la carretera. Este tipo de ataque empleado por la insurgencia es el que más bajas causa entre las tropas estadounidenses.
De la misma manera falleció otro militar en Tikrit, 175 kilómetros al norte de Bagdad. Previamente el mando militar estadounidense había informado de la muerte de otros dos soldados por la explosión de otra bomba y el posterior ataque con armas ligeras por parte de miembros de la insurgencia. El octavo soldado falleció "en una acción no bélica", según decía el comunicado del Ejército.
El mando militar también informó de la muerte, en los últimos cinco días, de más de 90 presuntos militantes de Al Qaeda en las provincias que rodean Bagdad tras las operaciones conjuntas entre las fuerzas de EE UU y el Ejército iraquí.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de junio de 2007