Álvaro García, de 18 años, amaneció ayer nervioso. "Mucho más que el día del examen", apunta. Antes de las pruebas dijo a este periódico -que le ha seguido a lo largo de la selectividad- que no tenía grandes esperanzas en lograr su objetivo: entrar en la carrera de medicina.
Ayer intentó mirar su nota en Internet, "pero estaba completamente colapsado". Así que tuvo que ir hasta su instituto para averiguarlo. Y vio cómo se cumplían sus malos augurios: su nota es buena, pero no tanto como para entrar en la Facultad de Medicina.
Nota: 7,17 de la selectividad y 7,6 de nota final.
¿Y ahora qué? Estoy barajando otras carreras como psicología, farmacia o enfermería.
Ya me lo esperaba. Es un resultado bueno para lo quemado que estaba y para cómo me fue.
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Pediré la revisión de... Filosofía. Han puntuado muy bajo y el criterio de corrección es subjetivo.
La que mejor. Inglés, he sacado un 9.
La que peor. Química, he sacado un 5 y la había preparado suficiente como para que me fuera mejor.
De vacaciones. Me voy el 5 de julio de interraíl con amigos. Tendré que darme prisa en decidir mi futuro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de junio de 2007