El único personal de extinción de incendios adscrito a la Xunta que no había hecho públicas sus fricciones con el Gobierno gallego se manifestó ayer ante Medio Rural y Medio Ambiente. Los agentes forestales, que realizan funciones de "policía científica" y que, con la llegada del bipartito, quedaron divididos entre los dos departamentos de la Xunta encargados de proteger el medioambiente, se suman así al colectivo del personal laboral (1.640 trabajadores) y los ingenieros técnicos forestales (100 personas). Los agentes piden a la Xunta que convoque de nuevo la mesa de seguimiento del acuerdo "más que aceptable" al que llegaron con el anterior ejecutivo cuando todo el cuerpo dependía de Medio Ambiente y era conselleiro Xosé Manuel Barreiro.
Al mediodía, medio centenar de los 500 funcionarios (350 de Medio Rural y 150 de Medio Ambiente) que integran el cuerpo de agentes forestales, se concentraron, procedentes de distintos puntos de Galicia (incluso desde O Courel), en la sede de Medio Rural en San Caetano decididos a instalarse en el edificio hasta que algún alto cargo los recibiera. Se presentó el secretario general técnico, Alberte Souto, y comprometió una reunión la semana que viene para que abandonasen la protesta. A continuación, los agentes se desplazaron hasta San Lázaro, donde se encuentra la Consellería de Medio Ambiente. Allí recibió a los portavoces Lourdes Batán, subdirectora de personal, pero los forestales se negaron a tratar con ella. "Es una heredada del anterior gobierno, un perro de presa que sólo sabe decir 'no, no, no'", comentó Luis Espiñeiro, agente forestal y representante de UGT.
Dispuestos a continuar con las concentraciones toda la semana hasta que Medio Ambiente les brindase otro interlocutor, los funcionarios se plantaron frente a la consellería. Media hora después, el departamento que dirige Manuel Pachi Vázquez presentó como portavoz a Benito Reza, director general de Conservación de la Naturaleza. Éste se comprometió a sumarse a la reunión en la que los funcionarios pedirán, además de un uniforme oficial "sin poliéster, para que no prenda", vehículos nuevos (los tienen de 17 años).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de junio de 2007