El presidente francés, Nicolas Sarkozy, rompió ayer el protocolo y saludó personalmente a un grupo de trabajadores durante una visita a las obras de ampliación del aeropuerto Charles de Gaulle de París tras la inauguración de una nueva terminal de pasajeros concebida para el nuevo Airbus A-380.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de junio de 2007