Un pequeño accionista encarnó el sentir de muchos de los presentes, ayer, en la junta de accionistas de Astroc. Felipe Izquierdo compró 350 títulos de Astroc en febrero pasado a 71 euros por acción. Sus acciones se pagaban ayer a 9,5 euros: "En cuatro meses se ha esfumado el 90% de mi inversión y la única causa de esta escandalosa ruina es Enrique Bañuelos de Castro".
El accionista acusó a Bañuelos de inflar artificialmente la cotización de Astroc, de provocar la inmensa mayoría de su negocio a lo largo de 2006 y anunció que el 22 de junio formuló una querella contra Bañuelos por un delito de maquinación para alterar el precio de las cosas.
La querella alude a la auditoría de Astroc correspondiente a 2006 que reveló cómo dos tercios del negocio de la inmobiliaria ese año fue resultado de operaciones de compra y venta entre sociedades del propio Bañuelos. También menciona pactos entre grandes accionistas para mover acciones al margen de su cotización real.
Antes de terminar su intervención, Izquierdo invitó a todos los accionistas a adherirse a su querella. La junta acogió su intervención con un aplauso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de junio de 2007