Ni un alfiler. Ayer por la noche la plaza de Chueca rebosaba de público expectante. Pero los centenares de asistentes que acudieron a la inauguración del Europride sí encontraron sitio para un largo abucheo. "Amigos gays... querida Chueca". Bastaron estas palabras, pronunciadas en inglés, para que los presentes interrumpieran, dos veces, a Marta Sánchez, que sólo al final consiguió leer el pregón en el idioma de Oscar Wilde.
"Estamos en España y aunque celebremos el orgullo europeo lo tiene que leer primero en español y luego en inglés", dijo una chica. Otra defendía a la cantante: "Pobrecita, no le gritéis". En medio quedaron los augurios, esta vez leídos en castellano, hechos por Pepón Nieto, Pablo Puyol, Carlos Fuentes y Juan Flahn, protagonistas y director de la película Chuecatown, que se estrenará el 6 de julio.
Entre referencias a la derogación de la ley de identidad de género y la nueva identidad sexual del oso y el madroño, el equipo auspició el nacimiento de un nuevo plantígrado que se convierta en testigo de la conquista de los derechos de los homosexuales. Y en un abrazo que llegue hasta Ratzinger y los hermanos Kaczynski. Porque "maricones, Franco ha muerto", gritaron antes de ceder el escenario a los cantantes del teatro veneciano La Fenice, que mañana y sábado presentan
La Traviata, en el palacio de Vistalegre. En sus voces, las felicitaciones del mismísimo Giuseppe Verdi: "Libiamo, libiamo...".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de junio de 2007