Un coche bomba mató ayer a 25 personas e hirió a otras 40 en el barrio chií de Baiyaa, en Bagdad. El objetivo era una estación de autobuses situada en un cruce. La explosión dejó un enorme cráter y provocó, como muestra la fotografía, la destrucción de numerosos coches. No fue la única violencia del día: tres soldados británicos perdieron la vida en la explosión de una bomba al paso de su vehículo y un militar estadounidense falleció al este de Bagdad. En el sur de la capital, fueron hallados 20 cuerpos decapitados y maniatados, en una zona habitada por suníes. Esta matanza hace temer una reactivación de la guerra entre milicias chiíes y suníes que desde febrero de 2006, tras el primer atentado contra la mezquita dorada de Samarra, ha causado miles de muertos entre la población civil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de junio de 2007