Día de resaca y afonía el de ayer para miles de madrileños. Los recuerdos del concierto de los Rolling Stones el jueves por la noche han quedado en la retina, en la memoria, en la cámara de fotos, en la de vídeo. Después de la cancelación del recital del año pasado, este año, por fin sí. Éstas son las emociones de una noche de verano vivida por los lectores en el estadio Vicente Calderón y enviadas a www.elpais.com/yoperiodista/. Retratos del inmenso escenario, de Mick Jagger y de Keith Richards, de las palmas. Entre los lectores, un denominador común: mereció la pena.
Ángel Martínez, de 26 años, salió del concierto impactado. Y eso que no era su primer contacto en directo con los Rolling Stones. Éstos son sus recuerdos. "Hay cosas que sólo se viven una vez... y yo a mis 26 años, ya llevo dos. El diablo en persona, rodeado de sus secuaces. La esencia pura de lo que significa el rock. Y el espectáculo de luces, fuego, pantallas gigantes, fuegos artificiales y los escenarios móviles más grandes que jamás se han creado".
"Hoy sólo escucho acordes sueltos del concierto. Recuerdo a la gente gritando los estribillos, el calor de las llamas, y todavía llevo un subidón superior a todas las drogas o vicios. Vuelvo a creer en el poder de la música". Ángel manda una foto: los brazos en alto, el escenario de fondo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de junio de 2007