Isabel Mato / MANUEL ESCALERA
En Madrid nos morimos peor
Mari Pili murió en abril. No estaba nada relajada. Ni tranquila. Se quedaba sin vida lentamente, pero se daba cuenta. Y sufría. Eso recuerda, aún con un leve sobresalto en la voz, Isabel Mata. Un manojo de tubos emergía de su cuerpo. Incluida una sonda en el estómago. No era capaz de alimentarse.