La huelga de tripulantes de cabina de Spanair obligó a cancelar ayer hasta 28 vuelos, tres más de los previstos, y provocó retrasos en numerosas conexiones de la compañía. El convocante de la huelga, el Sindicato Independiente de Tripulantes de Cabina, aseguró que el paro fue secundado por algo más del 50% del colectivo, por unos 1.300 tripulantes de cabina convocados, y tuvo especial incidencia en Madrid y Barcelona.
La de ayer fue la segunda jornada de paros del calendario convocado por el Sitcpla en Spanair, que está previsto continúe los próximos días 9, 15 y 31 de julio y, posteriormente, los días 1, 15 y 30 o 31 de cada mes, hasta que se resuelva el conflicto. Los tripulantes exigen una reducción de jornada laboral "por motivos de seguridad".
Asimismo, indicaron que los vuelos que se operaron registraron una demora media de entre una hora y una hora y media, si bien la compañía atribuyó parte de estos retrasos al colapso generado el pasado sábado en el aeropuerto de Ibiza por una falsa amenaza de bomba.
Tanto el sindicato convocante como la compañía coincidieron en destacar que esta segunda jornada de paro se desarrolló con normalidad y sin incidentes de importancia, salvo los mencionados retrasos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de julio de 2007