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TECNOLOGÍA

Un casco para la introspección

El imparable incremento del tiempo que pasamos enfrente de una pantalla, sea de ordenador, televisor, videoconsola e incluso teléfono, demuestra que la necesidad de la presencia humana disminuye a medida que la comunicación audiovisual se extiende y mejora.

Y es aquí donde entra en juego el Interstitial Space Helmet (ISH), un casco que permite establecer una comunicación audiovisual bidireccional a través de un doble sistema de micrófonos y videocámaras. Cuando James Auger y Jimmy Loizeau, investigadores del Royal College of Art de Londres, lo concibieron, tan sólo querían crear un instrumento para la comunicación telemática, capaz de asegurar un cierto grado de anonimato a su propietario.

Lo que no se esperaban es la variedad de aplicaciones que esta nueva tecnología puede ofrecer. Los narcisistas en busca de un doble yo, los existencialistas en plena crisis de identidad y los apasionados de la meditación ya tienen un nuevo recurso para conversar con su representación digital y alcanzar cotas de introspección insospechadas.

ISH sirve también como terminal para visitar lugares remotos e inhóspitos sin salir de casa y presenciar diversos compromisos simultáneamente. Tan sólo hay que encontrar un cuerpo de alquiler que se preste a llevar el curioso yelmo con nuestro rostro digitalizado.

¿Ficción o realidad? Todo depende de que alguna empresa se arriesgue a convertir este prototipo artístico en un instrumento de uso más o menos común.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de julio de 2007