La festividad en Estados Unidos ha permitido a los mercados de valores europeos vivir esta última sesión sin presión alguna, lo cual ha dado lugar a todo tipo de opiniones.
En conjunto, la orientación de los mercados europeos ha sido alcista y con un papel destacado de la Bolsa española, cuyo principal índice consiguió tocar por algunos segundos el nivel de los 15.000 puntos, para terminar cerrando en 14.989,70 puntos y con un avance del 0,81%.
Para algunos observadores, ese conato de ataque y posterior retroceso en la zona de los 15.000 puntos es una muestra de debilidad o, cuando menos, de inseguridad ante un entorno que se complica día a día. Aun así, son mayoría los analistas que consideran que en los próximos días se superará ese nivel, algo que va a coincidir, en caso de suceder, con un severo repunte de la rentabilidad de los bonos y del precio del petróleo.
Para esos analistas, la ruptura del nivel de resistencia de los 14.900 puntos es sinónimo de un nuevo empuje con posible llegada a la zona de los 15.170 puntos.
La reunión del BCE de esta mañana en la que se decidirá la política monetaria a seguir se topa con el petróleo a 73 dólares el barril y con un repunte de la rentabilidad de los bonos que ronda los 10 puntos básicos, puesto que ayer el bono español a 10 años cerraba en el 4,67% tras iniciar la semana en el 4,58%.
Las subidas de la renta variable de los últimos días han coincidido con una caída del precio de la deuda, movimientos que se consideran contrarios y que parecen exigir algún tipo de ajuste más o menos inmediato.
El único indicador económico publicado ayer fue el referente a las ventas al por menor de la eurozona en el mes de mayo, con un descenso mensual del 0,5%, algo que el BCE debería tener en cuenta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de julio de 2007