"Zapatero se ha puesto el mono de faena, ha impulsado al Gobierno, ha colocado a Rajoy en su sitio y está en buena situación de salida para las elecciones". Esa es la síntesis que ministros y dirigentes socialistas hacían del debate sobre el estado de la nación. No tienen sombra de duda de que Zapatero ganó a Rajoy con rotundidad.
La actuación contundente del presidente, sobre todo en su primera réplica, fue acogida con regocijo entre los socialistas, que atravesaban una etapa de desánimo. Primero fueron los malos resultados de las elecciones del 27-M en Madrid y la Comunidad Valenciana, que, pese a la recuperación del poder municipal y autonómico, dejaron en el PSOE un regusto de derrota. Después fue el anuncio de ETA el 5 de junio del regreso al terrorismo. Y finalmente, la incapacidad del Ejecutivo para dar la vuelta a la agenda del PP, concentrada en ETA.
MÁS INFORMACIÓN
El triunfo de Zapatero sobre Rajoy ha sido interpretado en el PSOE como un anticipo de su victoria en las generales. No se duda en el PSOE de que Zapatero agotará la legislatura. Según los socialistas, Zapatero supo defender el balance de reformas sociales de su acción de Gobierno. Visualizaron que, pese a la importante presencia mediática del terrorismo y las reformas territoriales, cuentan con un gran activo de medidas de impacto ciudadano.
El debate confirmó que Rajoy no tiene más que ofrecer que el uso partidista de la lucha contra el terrorismo. Los socialistas coinciden en que el debate reflejó que el PP tiene un "grave problema de liderazgo y una ausencia de proyecto".
No fue ajeno al éxito de Zapatero la semana que dedicó a preparar el relato de su legislatura, a la par que se convenció de ser contundente con Rajoy, que estos años le ha tratado de modo despectivo. "Al fin, ha colocado a Rajoy en su sitio", señalaban en el PSOE.
El Gobierno se enfrenta a un doble reto. Aprovechar lo que queda de legislatura para tomar iniciativas que refuercen su impulso reformista y le permitan presentarse a las elecciones con clara ventaja y sortear el reto del terrorismo sabiendo que el PP intentará utilizarlo para desestabilizarle. Pero también cree que el PP arriesga mucho porque la ciudadanía rechaza el uso partidista del terror.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de julio de 2007