Veintiséis cadáveres, entre ellos los de cuatro niños, fueron rescatados ayer del autobús sepultado por un alud de tierra el miércoles cerca de San Miguel Eloxochitlán, en el Estado mexicano de Puebla (sur). El personal de Protección Civil estima que entre 45 y 60 personas podrían haber fallecido en el accidente. El autobús quedó enterrado después de que 200 toneladas de tierra, lodo y piedras cayeran sobre la estrecha carretera de doble sentido por la que circulaba y lo sepultaran a siete metros de profundidad.
Cerca de 200 soldados y miembros de los equipos de rescate continuaban anoche los trabajos para intentar llegar a las víctimas, utilizando excavadoras para alcanzar el vehículo. Las autoridades locales ya no esperan encontrar supervivientes.
El alud fue provocado por las intensas lluvias de los últimos días.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de julio de 2007