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Crítica:CINE

Progresismo burgués

Las circunstancias sociales han cambiado tanto en España que la presuntamente atrevida comedia petarda de los noventa puede haberse convertido, por culpa del estatismo cinematográfico y gracias a la evolución de las libertades, en un rancio costumbrismo dirigido al flanco más burgués del falso progresismo. Al menos eso refleja Chuecatown, debut de Juan Flahn, escrito por éste junto a Félix Sabroso y Dunia Ayaso, adalides del subgénero homo-petardo tras el estreno de la ramplona pero quizá fundacional Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí (1997). Mezcla de comedia romántica y disparatado policiaco, la película aspira a reflejar la marea de libertad homosexual que reina en el barrio madrileño de Chueca. Pero el costumbrismo más añejo, el atrevimiento más burdo y la parodia más obvia la colocan cerca de otro cine surgido también en un momento de escapismo sexual: el del denostado Mariano Ozores.

CHUECATOWN

Dirección: Juan Flahn. In térpretes: Pepón Nieto, Carlos Fuentes, Concha Velasco. Género: comedia. España, 2007. Duración: 100 minutos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de julio de 2007