En su artículo del 5 de julio de 2007, Ignacio García-Valdecasas (Darfur: una visión diferente) argumenta que los responsables de la situación en Darfur son la milicia janjaweed, el Ejército y el Gobierno de Sudán, y que el problema exige ante todo una solución africana respaldada por las organizaciones regionales relevantes.
No cabe duda de que tiene razón. Europa no es la culpable de la crisis en Darfur. Sin embargo, su artículo sorprende por la llamativa ausencia del principio de la responsabilidad de proteger. Este principio -aprobado en la Cumbre Mundial de la ONU de 2005 y parte de la resolución 1.706 del Consejo de Seguridad- consiste en que cuando un Gobierno no cumple la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos, la comunidad internacional debe asumir esta responsabilidad.
Tras la pasividad de la comunidad internacional ante el genocidio en Ruanda, en una decisión controvertida se decidió ejercer el derecho a la intervención humanitaria en Kosovo. En los últimos años se ha producido un avance importante y la comunidad internacional ha asumido la responsabilidad, no sólo el derecho, de intervenir en situaciones como la de Darfur.
Si la UE desea potenciar su papel en la comunidad internacional, debe asumir su parte de responsabilidad en la resolución de este conflicto y en prevenir que surjan situaciones parecidas en el futuro. Más allá de lo que puedan hacer otros, las sanciones que propone el arzobispo Tutu serían un buen comienzo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de julio de 2007