"Llevo un rollo intrascendente y frívolo"
Con 43 años, es un loco de la fotografía, come con cocacola -perversión quizá adquirida en Nueva York, donde reside- y tiene cuatro riñones. Su empresa vende al año casi dos millones de camisetas en 80 países. Ahora estrena televisión en Internet. Dice ser "un tío feliz", aunque "hubiese preferido no nacer". Hace "cero deporte".