Mariano Rajoy habló mucho de Navarra, la gran incógnita sobre la que puede girar el discurso de su partido en los próximos meses. El líder del PP aprovechó que estaba en la sala Miguel Sanz, presidente navarro en funciones y líder de UPN, para dejar clara su opción, bien distinta de la de Esperanza Aguirre -quien el domingo reclamó a UPN que le dé la presidencia a los socialistas para evitar que pacten con Na-Bai-. Rajoy recordó que Sanz ha ofrecido a los socialistas navarros del PSN un pacto en el que les reserva una vicepresidencia y la mitad de las consejerías. Y esa es la opción que él cree mejor. Cualquier otra sería "muy negativa", explicó, y en ese "cualquier otra" no incluyó la de Aguirre -ya desautorizada oficialmente el día anterior por Ángel Acebes- sino a un Gobierno PSE-NaBai u otro de UPN en minoría bajo la "espada de Damocles" de la moción de censura.
"Por tanto, creo que lo sensato, lógico, decente, normal y más adecuado, lo que quiere la mayoría es que se produzca un acuerdo. Y la oferta que ha hecho Sanz es muy generosa", explicó el líder del PP.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de julio de 2007