El turismo es, tras el automóvil, el sector que más pesa en la economía catalana. Un 14% del Producto Interior Bruto (PIB) catalán. Y los turistas extranjeros que visitaron Cataluña se gastaron en ella el año pasado más de 1.340 millones de euros. Con estos argumentos, Jordi Clos pidió ayer que se mime a un sector que, según el presidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona, tiene a las infraestructuras como "asignaturas pendientes", con el aeropuerto de El Prat a la cabeza. Su gestión es "mala" y su funcionamiento "perjudica" el turismo, aseguró. Según Clos, a la Generalitat le falta "valentía" para hacer frente a esta situación.
El Gremio de Hoteleros de Barcelona valoró positivamente la propuesta del Círculo de Economía, la Cámara de Comercio de Barcelona, el RACC y Fomento del Trabajo en favor de una descentralización del sistema aeroportuario español, en que cada aeropuerto estaría gestionado por un ente, de cuyo Consejo de Administración estarían ausentes los políticos. Y pidió un comité ejecutivo de empresarios al frente de una infraestructura de la que seguiría siendo propietaria la Administración.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de julio de 2007