Los mercados de valores europeos sufrieron ayer una serie de convulsiones que tuvieron como origen los problemas del mercado hipotecario estadounidense. Las malas noticias provocaron una corriente vendedora que, en el caso de la Bolsa española, pusieron al Ibex 35 "contra las cuerdas" al llevarle hasta el soporte de los 14.600 puntos, el límite inferior de lo razonablemente tolerable en cuanto a correcciones parciales.
Al final de la sesión el Ibex 35 quedó en 14.766,20 puntos, con un descenso del 0,39%, al aprovechar la inversión a corto la abundancia de papel y una apertura positiva en la Bolsa de Nueva York, precisamente la plaza que más debería acusar el impacto de la rebaja en la calificación de las titulizaciones de deuda hipotecaria de alto riesgo.
El rebote del Ibex 35 justo en la zona de soporte deja al mercado de valores español en una situación compleja, ya que no le aleja del peligro de una corrección más severa, pero le sitúa en una posición desde la que sería posible atacar de nuevo la zona de los 15.000 puntos. Estos movimientos vienen a dar la razón a algunos analistas que ven en la rapidez con que se producen las recuperaciones un elemento para no ser pesimistas a medio plazo.
Al tiempo que los mercados de valores buscaban el equilibrio, la rentabilidad de los bonos parecía recuperar la calma e incluso el precio del petróleo acusaba menos presiones que en los días anteriores, tras la subida de las reservas semanales de gasolina en Estados Unidos, con lo que la acumulación de argumentos bajistas de las jornadas anteriores pierde algo de fuerza.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 5.462,76 millones de euros, con la particularidad de que las operaciones del "mercado abierto" quedaron casi igual que el día anterior, algo poco habitual en una jornada de ida y vuelta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de julio de 2007