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Cae la última chimenea de la antigua térmica del Besòs

El desmantelamiento de la antigua central térmica del Besòs culminó ayer con la voladura de la última chimenea que quedaba en pie. Para realizar la demolición, Detecsa, empresa especializada en voladuras, colocó en la base de la chimenea 30 kilogramos de explosivo gelatinoso unido a 196 unidades de detonación y 275 metros de cordón detonante. La voladura de la chimenea -que medía 120 metros de altura- fue espectacular y se desarrolló sin incidentes ante una gran expectación mediática.

La instalación que ayer se derruyó funcionó durante 78.651 horas y tenía una potencia de 300 megavatios. Se empezó a construir en el año 1968 y se acopló a la red el 16 de diciembre de 1972. Durante sus 32 años de vida (1972-2004), produjo un total de 14.866 gigavatios. En 2004 quedó en desuso.

Ésta es la segunda vez que se dinamita una gran estructura del antiguo complejo del municipio de Sant Adrià del Besòs. Hace más de tres años se inició el desmantelamiento de la central térmica volando la otra parte de las instalaciones (150 megavatios), que produjo electricidad para el área metropolitana de Barcelona durante más de tres décadas. Esta parte había quedado en desuso en 2003.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de julio de 2007