El abogado Fernando García Macua (43 años) se convirtió ayer en el trigésimo presidente del Athletic otras vencer por un estrecho margen de unos 800 votos a sus contrincantes Juan Carlos Ercoreca y Javier González.
El triunfo de García Macua supone, automáticamente, la contratación de Joaquín Caparrós como nuevo entrenador del Athletic para las tres próximas temporadas, según había prometido el ahora presidente en la campaña electoral. Con Macua llegarán inmediatamente, según prometió en la campaña, el sevillista Aitor Ocio y el ex osasunista Iñaki Muñoz, como primeros fichajes que se unen a la contratación anterior por parte de la Junta gestora del osasunista David López.
Macua ha anunciado más fichajes (Ezquerro, Garrido, Prieto, etc.) porque considera que la actual situación del Athletic exige un reforzamiento de la primera plantilla para cerrar lo que él considera "una vía de agua" abierta en los dos últimos años.
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El nuevo presidente del Athletic alcanza el sillón presidencial tras haber perdido las elecciones anteriores, a las que acudió como adjunto a la presidencia en la candidatura de Juan Pedro Guzmán que perdió rotundamente frente al dimitido Fernando Lamikiz. Entonces pasó desapercibido pero ahora ha alcanzado la presidencia gracias a un programa escueto pero con una campaña muy trufada por los nombres de fichajes.
Mientras los otros candidatos apostaban por una propuesta de organigrama general (coordinador, director deportivo, entrenador, responsables de categorías inferiores...) Macua apostó desde el principio por los nombres de futbolistas que deberían reforzar la plantilla, en la seguridad de que el Athletic necesitaba un revulsivo inmediato tras los dos últimos años de malas clasificaciones. La apuesta ha sido rentable para sus intereses electorales aunque la diferencia de votos haya sido escasa y, por lo tanto, auguren un futuro problemático y quizás acuciado por la división. Ercoreca y González anunciaron un apoyo sin matices al nuevo presidente, pero lo cierto es que la escasa diferencia agudiza la división en un club hundido en el pesimismo y que ayer expresó su malestar sobre todo en el aumento de los votos en blanco. Un aviso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de julio de 2007