En tres años de Gobierno socialista, con más de 400 días de "alto el fuego permanente" declarado por ETA, la banda terrorista ha perdido a 361 de sus militantes, detenidos durante este tiempo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España y Francia. Los golpes policiales a ETA no sólo han tenido importancia cuantitativa sino también cualitativa. Durante el mandato socialista han caído desde la dirección de la organización hasta el aparato de financiación y el núcleo duro del grupo de falsificación del grupo terrorista.
- Octubre de 2004. ETA descabezada. El primer éxito policial sonado se produjo en octubre de 2004, apenas seis meses después de la llegada al poder del Gobierno socialista y cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya había recibido una carta, firmada por la banda y con su sello de la serpiente y el hacha, donde la organización terrorista proponía "establecer vías de comunicación para resolver el conflicto".
El 3 de octubre de 2004, la policía francesa detuvo a Mikel Albizu Iriarte, Mikel Antza, jefe militar de ETA, y a su compañera Soledad Iparraguirre, Anboto, a la que se atribuyen al menos 14 asesinatos.
Fue el resultado más destacado de una amplia operación -la más importante desde la que descabezó a ETA en Bidart, en 1992- que se saldó con 21 detenidos y la incautación de numeroso armamento escondido en cinco zulos: 1.260 kilos de explosivos, fusiles de asalto, 40.000 cartuchos y 3.000 detonadores.
A esa operación siguieron otras contra distintos miembros del comando Vizcaya mientras la organización terrorista mantenía su actividad criminal. El 3 de diciembre de 2004, los etarras colocaron pequeños artefactos explosivos en varias estaciones de servicio situadas en las principales carreteras de acceso a la capital de España. La explosión de los mismos causó mucha alarma y pequeños desperfectos. El 6 de diciembre, día de la Constitución, los etarras volvieron a repetir su acción colocando pequeñas bombas en Santillana del Mar, León, Valladolid, Ávila, Ciudad Real, Málaga y Alicante.
Batasuna, cuyos diputados aún mantenían voz y voto en el Parlamento vasco pese a la ilegalización de la formación por sus vínculos con ETA, votó a favor del plan Ibarretxe para que saliera aprobado. Posteriormente, el PSOE y el PP votaron en contra de su admisión a trámite en el Congreso de los Diputados.
- Primer semestre de 2005. Coches-bomba con heridos. Su campaña de atentados siguió por Guipúzcoa, Álava, Zaragoza, Vizcaya, Alicante y Madrid, donde el 9 de febrero y el 25 de mayo de 2005 causaron decenas de heridos leves con dos coches bomba que explosionaron tras una llamada previa avisando de su colocación. El nuevo jefe de la banda pidió a los comandos, a través de una carta que la policía incautó a un etarra, que pusieran "muertos encima de la mesa lo antes posible". En mayo de 2005, el Gobierno forzó una resolución en el Congreso a favor de una solución dialogada al problema del terrorismo si ETA renunciaba a la violencia.
- Octubre de 2005. Caída del aparato militar.
Detenidos los jefes del aparato militar de ETA, Harriet Aguirre e Idoia Mendizabal, que habían sustituido en febrero de 2004 a Félix A. López de la Calle, Mobutu.
- Junio de 2006. Golpe al aparato de extorsión.
Doce detenidos en una operación hispano-francesa contra el grupo que cobraba el impuesto revolucionario.
- Noviembre de 2006. Detenido el jefe logístico. Zigor Garro Pérez, responsable del aparato logístico de ETA, es detenido junto a otros dos terroristas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de julio de 2007