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Reportaje:MODA

A por la Victoria

Ha vuelto a ocurrir. Casi sin darnos cuenta, las zapatillas Victoria se han apropiado de los pies de multitud de jóvenes trendsetters en Madrid, Valencia o Barcelona. En otras palabras: el extremo superior de la pirámide de los consumidores patrios ha elegido llevar, entre todo el calzado del mundo, las rudimentarias, honestas zapatillas inglesas que Victoria fabrica desde 1915.

Un fenómeno de lona lavable y suela de caucho con dibujo de granos de arroz: la clásica zapatilla de lona, versión española. Según Claudio Ferreiro, director comercial de Nuevo Milenio, distribuidora de la marca, "a finales del pasado verano la demanda se empezó a acelerar, pero sólo fue un anuncio de lo que está siendo este verano".

El notable incremento de ventas ha obligado a producir aproximadamente un millón de pares de zapatillas, a toda velocidad, en su fábrica de Calahorra. Más aún que cuando, entre 1985 y 1993, "no había niño o madre que no tuvieran como mínimo tres o cuatro colores". Hoy día, Victoria patrocina festivales de música, contrata los servicios de customizadores y, para el verano que viene, se dispone a tomar el resto del mercado español. ¿Cuestión de suerte? No, porque más allá de la nostalgia, las inglesas son como el polo Lacoste, los Levi's 501 o las mismísimas zapatillas Converse All Stars: un clásico depurado, ligero y estéticamente intachable. Y no es minimalismo, no; es sabiduría popular.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de julio de 2007