Unos 900 militares de los 27 países de la Unión Europea participaron ayer en el tradicional desfile del 14 de julio, fiesta nacional de Francia, la primera del presidente Nicolas Sarkozy. Con este gesto inédito, Sarkozy quiso rendir homenaje a Europa, cuya construcción está decidido a relanzar.
En la tribuna estaban el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso; el primer ministro portugués, José Sócrates (presidente de turno de la UE), y el jefe de la diplomacia comunitaria, Javier Solana. Una bandera europea abrió el desfile, seguida de los portaestandartes y destacamentos de los Veintisiete, entre ellos 40 legionarios españoles. El Himno de la alegría y un texto de Robert Schuman, uno de los fundadores de la UE, completaron el homenaje. "Es un gesto magnífico", dijo Barroso. "Es más que un símbolo para Europa".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de julio de 2007