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CARTAS AL DIRECTOR

Empleadas de hogar para el siglo XXI

El Gobierno pretende en breve modificar el actual régimen especial por el que se regulan los derechos de las empleadas del hogar -sin modificar desde hace más de 22 años-, mejorando algunos aspectos de este colectivo de trabajadoras. Cualquier mejora es deseable, pero siguen siendo muy insuficientes y por debajo de los derechos mínimos reconocidos en el básico Estatuto de los Trabajadores.

¿Por qué no se va al fondo y se derogan los decretos ley, que impiden que estas trabajadoras tengan los mismos derechos que el resto de los trabajadores? ¿Por qué se trabaja para la igualdad de los derechos entre hombres y mujeres y sin embargo en este caso no se hace? ¿No será porque saldría caro a la economía familiar y por lo tanto, sería impopular entre amplios sectores de votantes que se benefician de esta situación?

Dificultad para legislar no hay. Sólo es cuestión de voluntad. Si los políticos quieren solucionar las diferencias que tiene este colectivo con el resto de los trabajadores sólo hay una solución posible justa y adecuada: la derogación de dichos decretos ley para poder acogerse al convenio de limpiezas, por aproximación.

Basarse en mejorar el régimen especial de las empleadas de hogar, es mantener la discriminación y ésta siempre es injusta. Por el contrario, si se acoge a este sector en el convenio de limpiezas se les reconocerá unas condiciones de trabajo actuales, más propias de este siglo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de julio de 2007