Al menos tres soldados murieron ayer en los combates que se reanudaron entre el Ejército libanés y el grupo radical suní Fatah al Islam en el campamento de refugiados palestino de Naher el Bared.
Según informaron fuentes militares, el Ejército intensificó su ofensiva en el campo, cercano a la ciudad septentrional de Trípoli, donde los milicianos islamistas continúan atrincherados en una superficie de un kilómetro cuadrado.
Por otra parte, una bomba estalló ayer al paso de un vehículo todoterreno del contingente tanzano de los cascos azules de la ONU en el sur de Líbano, cerca del puente de Kasmieh, en Tiro, pero no causó víctimas. "El vehículo resultó dañado, pero no hay víctimas", dijeron fuentes policiales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de julio de 2007