Unos 600 transportistas, mayormente portugueses, operan ilegalmente en Galicia en el traslado, sobre todo, de áridos y asfaltos. La voz de alarma la dio la Asociación Empresarial de Transportistas Río Miño (Aetram) cuyo presidente, José Luis Crende, tramitó una denuncia verbal ante la Guardia Civil que, desde el pasado sábado, investiga la situación.
Aunque el primer paso se dio en Lugo, el problema afecta a toda la comunidad, lo que lleva a los empresarios agrupados en la Federación de Transportistas (Fetram), también presidida por Crende, a celebrar una asamblea el próximo día 28 para adoptar medidas conjuntas. Los transportistas disponen de una licencia comunitaria para circular por España, pero no para realizar trabajos continuados. Sin embargo, los empresarios lusos suelen utilizar una autorización europea que adquieren por unos 160 euros y operan dentro de una comunidad donde la tarjeta de transporte cuesta sobre 30.000 euros.
Desde Aetram se facilitó información "muy pormenorizada" a la Guardia Civil, que ahora investiga en tres puntos concretos: Monforte, Burela y Lugo capital. Aunque la investigación está en marcha, desde la Guardia Civil reconocen que no se ha concretado ninguna irregularidad, aunque "todavía es muy pronto".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de julio de 2007