Los planes del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, para convertir su ciudad en una urbe más ecológica fracasaron ayer. Su intención de imponer una tasa y unos horarios de circulación a los vehículos que entrasen en Manhattan chocó ayer con el Senado estatal.
El plan del alcalde de Nueva York, que además de esta medida contemplaba otras 127, se encontró con la oposición de un gran número de senadores demócratas, que propusieron, en lugar de esta tasa, la creación de una comisión para estudiar la congestión del tráfico.
El llamado impuesto de congestión consistía en cobrar ocho dólares al día a cada coche (21 dólares para los camiones) que entrase en Manhattan todos los días
laborables entre las seis de la mañana y las seis de la tarde. Bloomberg pretendía así reducir el tráfico en un 12%. El proyecto verde del alcalde de Nueva York iba a durar sólo tres años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de julio de 2007