Un total de 270 personas que sufrieron un infarto agudo de miocardio fueron atendidas en el programa de angioplastia coronaria de emergencia del hospital de Sant Pau. El 92% de ellas sobrevivió a este episodio agudo. El hospital puso en marcha este servicio de urgencias hace un año y funciona las 24 horas del día, lo que garantiza la atención a los pacientes.
Con la angioplastia, el cardiólogo introduce en la arteria obstruida un catéter que dispone en su extremo de un balón plegado y que al llegar al punto obstruido, se hincha para abrir la arteria y desobturarla. Asimismo, se coloca un muelle diminuto en el punto en que la arteria se ha obstruido para evitar que éstas se repitan.
El perfil del enfermo que con más frecuencia requiere esta intervención es un hombre de unos 64 años que, en la mitad de los casos fuma, es hipertenso y presenta una concentración de colesterol alta.
Actualmente son cinco los centros de la red hospitalaria pública de Cataluña que disponen de un programa de angioplastia coronaria permanente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de julio de 2007