España superó por primera vez en 2006 la tasa de ocupación de Europa. El pasado año trabajaban el 64,8% de los españoles de edades comprendidas entre 15 y 64 años. La media de ocupados en los Veintisiete Estados de la Unión Europea fue del 64,6%. En la zona euro, los empleados representaban el 64,4%. La tasa de empleo creció el año pasado en España 1,5 puntos, mientras que en la UE-27 lo hizo en un punto.
En 2006 trabajaban en la Unión Europea 214 millones de personas, mientras que el desempleo seguía afectando a 19,1 millones de ciudadanos. La mayoría de los ocupados estaban ocupados a tiempo completo (173 millones), mientras que 38,4 millones lo hacían a tiempo parcial.
La mejora del empleo en Europa está todavía lejos de los objetivos de la llamada Estrategia de Lisboa de 2000, que fijó como meta conseguir que el 70% de la población estuviera ocupada en 2010. Desde entonces la media europea ha crecido muy poco, tan sólo ha pasado del 62,2% en 2000 al 64,4% del pasado año.
Sin embargo, España ha registrado una verdadera revolución del mercado laboral, siendo el país donde la incorporación de la población al mundo del trabajo ha sido más intensa de toda la UE. En 2000 la tasa de ocupación española era tan sólo del 56,3% y en 1995 del 46,9%, la más baja de toda la UE. El pasado año, el peso de los ocupados en el conjunto de la población en España (64,8%) fue superior al de Francia (63,0%) e Italia (58,4%). Los países con una ocupación más intensa fueron Dinamarca, 77,4%; Holanda, 74,3%; Suecia, 73,1%; Reino Unido, 71,1%, y Austria, 70,2%. Con tasas inferiores al 60% se encuentran Polonia (54,5%), Malta (54,8%) y Hungría (57,3%).
Incorporación de la mujer
La incorporación al trabajo por cuenta ajena o como empresarias de las mujeres españolas también ha sido más intensa en España. Pero la tasa de empleo femenino en la UE, 57,2%, se situó por encima de la de España, el 53,2%, a pesar de haber subido casi 12 puntos desde 2000, mientras que en la UE sólo lo hizo en 3,5 puntos.
Los países con tasas más elevadas de ocupación también son los que registran una jornada laboral más larga. Así, en 2006, los países con las jornadas laborales más prolongadas fueron Austria y Reino Unido con 42,4 horas por semana. Los que contaban con jornadas más reducidas eran Holanda (38,9%), Bélgica (39,0%), Francia (39,1%) y Finlandia (39,2%). La diferencia mayor en la ocupación se da en el segmento de trabajadores mayores (entre 55 y 64 años), en donde la media es del 43,5%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de julio de 2007