Alrededor de medio centenar de vendedores del tradicional Mercat del dilluns de Castellón se manifestaron ayer por las calles en protesta por la que consideran "abusiva" subida de los cánones de ocupación de espacio en el nuevo recinto. Así, la capital de La Plana se quedó otro lunes sin mercado, mientras los responsables municipales, entre los que se encontraba el alcalde, Alberto Fabra, se reunían de nuevo con la concesionaria del recinto y el grupo de vendedores, que se sienten traicionados por quien les representaba en la asociación de vendedores ambulantes. Según fuentes municipales, Fabra ha exigido a los concesionarios que se mantengan las actuales condiciones de los permisos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de julio de 2007