La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, pidió ayer "perdón por adelantado" a los valencianos por las molestias que sufrirán hasta el 28 de febrero a causa de las obras de la línea 2 del metro y explicó que se trata de una actuación "de gran envergadura" que situará al transporte público de Valencia en la "primera división". Barberá realizó esas declaraciones durante la visita a las obras en la calle de Alicante, donde una estación intermodal conectará con los trenes de cercanías y el AVE a través de la Estación Central de Renfe.
Le acompañó el consejero de Infraestructuras, Mario Flores, quien indicó que solo la actuación en los cerca de 1.200 metros entre la calle Russafa y la calle Alicante costará 42,5 millones de euros. Flores señaló que el objetivo durante esta legislatura es duplicar el número de usuarios del metro, que durante 2006 fueron 60 millones.
Las obras de la nueva línea 2 han comenzado con la actuación en las calles de Alicante y Segorbe y afecta a la Gran Vía de Germanías hasta el inicio de la Avenida del Antiguo Reino de Valencia. Se prevé que esa primera parte de las obras esté terminada el 28 de febrero, según explicó Flores. "Me consta que las obras han generado problemas importantes de tráfico que todos hemos sufrido", señaló el consejero, quien añadió que "se trata de que los ciudadanos se acostumbren a utilizar las vías alternativas" y manifestó el compromiso "de intentar acabar el 28 de febrero para poder disfrutar de las Fallas con este tramo terminado".
"Esta es una de las cosas grandes que le está pasando a la ciudad, porque hay más", señaló Barberá. Con la nueva línea, indicó, "estamos quitando coches y contaminación" y contribuyendo a "una mayor vertebración, mayor accesibilidad y mejor servicio público".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de julio de 2007