El Barça gustó en Edimburgo, donde obsequió a los 57.000 espectadores que llenaron el estadio de Murrayfield con algunos destellos de buen juego. Venció por 1-3 al Hearts, un rival ciertamente discreto, cuarto clasificado en la última Liga escocesa. Ronaldinho marcó dos goles, el primero de penalti, y el segundo con un cabezazo que rubricó una espléndida jugada por la banda izquierda entre Eto'o y Sylvinho. Tras otra excelente jugada en la que intervinieron Bojan y Henry, Giovani estableció el marcador final. El gol del conjunto escocés se produjo a consecuencia de una falta en la frontal del área y un cabezazo de Tall que aprovechó Makela para superar a Valdés.
Rijkaard repitió el mismo equipo inicial que en el primer amistoso ante el Dundee, con un 4-3-3 en el que no estuvieron ni Deco ni Henry. Touré formó en la medular junto a Xavi e Iniesta y Ezquerro en la delantera con Eto'o y Ronaldinho. El Barça fue muy superior todo el tiempo, pero brilló especialmente en la segunda parte, en la que Bojan y Henry se mostraron muy activos y se entendieron a las mil maravillas. De sus botas salió el tercer tanto azulgrana y un rosario de ocasiones que no culminaron por falta de acierto en el remate.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de julio de 2007