El ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, advirtió ayer del peligro de una nueva guerra en Líbano si los partidos no logran reanudar el diálogo. Kouchner, que ayer llegó a Beirut en su calidad de mediador entre los distintos grupos libaneses, señaló que se han producido progresos en su misión, aunque aún no puede hablarse de una "solución". "Si los libaneses no logran reanudar el diálogo será la guerra", indicó el jefe de la diplomacia francesa, que trata de desbloquear la crisis política desencadenada el pasado noviembre con la dimisión de seis ministros (cinco chiíes y uno cristiano) del Gobierno del primer ministro, Fuad Siniora.
En su segunda visita oficial a Líbano, Kouchner trata de consolidar los progresos de la reunión celebrada a mediados de este mes en París, en la que representantes de 14 partidos pro gubernamentales y de la oposición pro-siria, incluido el chií Hezbolá, se comprometieron a no recurrir a la violencia.
Por otra parte, dos soldados libaneses murieron ayer en un enfrentamiento contra la milicia islamista Fatah al Islam, enquistada en el campo de refugiados palestinos de Naher el Bared. Los combates comenzaron hace diez semanas y han dejado 250 muertos. Un portavoz militar dijo que si bien la campaña contra los islamistas está en su fase final, todavía se esperan duros enfrentamientos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de julio de 2007