Soledad Pagès acudió ayer personalmente a las oficinas de Fecsa-Endesa para reclamar a la compañía una indemnización por los daños y perjuicios causados por el apagón. "Tengo un bar en la avenida Diagonal y estuve sin luz seis horas, así que vengo a ver si consigo que me paguen algo, por poco que sea", explicaba.
Sin embargo, a Soledad no le satisfacía el documento de reclamación que le presentaron en la oficina de Fecsa a la que acudió, situada en la calle de Casanova, junto al Hospital Clínic. "No me ha gustado la hoja que me querían dar porque en ella sólo piden que se escriban los datos personales y poco más", aseguraba. "Prefiero el documento que facilita el Colegio de Abogados, porque en él es posible especificar muchas más cosas".
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Soledad, como el resto de los comerciantes afectados, espera minimizar las pérdidas originadas por el apagón, aunque se muestra escéptica: "Habrá que ver si al final cobramos o no", dice.
No es la única en pensar así. María, de 37 años, salía de la misma oficina de Fecsa minutos después que Soledad. "Han sido muy amables, pero habrá que ver si lo que han dicho es verdad y nos pagan", dice. "Ahora toca esperar", añade.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de julio de 2007