La autopista del Mediterráneo, la AP-7, foco de largas colas y retenciones todos los fines de semana, tendrá un tercer carril en la parte sur de Cataluña, en el tramo entre el enlace de la AP-7 con la AP-2 y Vila-seca y Salou, en Tarragona. Abertis ha adjudicado la construcción de este desdoblamiento a la catalana Comsa y un consorcio formado por ACS y Romero Gomero por un importe de 150 millones de euros. Este importe forma parte del presupuesto de 500 millones con el que Abertis ampliará la autopista en toda España.
Desde el pasado mes de junio se están realizando los trabajos previos de adecuación y ampliación de estructuras de la carretera en este tramo, que no requieren cortes en el tráfico, según informó ayer la concesionaria.
El proyecto de ampliación de la AP-7, aprobado en 2006 en un acuerdo entre ACESA-Abertis y el Ministerio de Fomento, se completará con la adecuación de todos los accesos y salidas del tramo entre Martorell (Baix Llobregat) y Vila-seca y Salou, con el fin de adoptar un sistema de peaje cerrado que permitirá la eliminación de las barreras existentes a la altura de Martorell, El Vendrell y Tarragona.
El tramo de la AP-7 norte desde Maçanet (Selva) hasta La Jonquera (Alt Empordà) también se ampliará a tres carriles, mientras que el tramo de circunvalación de la ciudad de Girona entre Fornells y Medinyà incorporará un cuarto carril y tres nuevos enlaces.
ACESA ha comunicado que el Ministerio de Fomento ya dispone de la documentación de los proyectos para el tramo norte de la autopista, en lo que es el paso previo para su posterior licitación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de julio de 2007