CISA Textil, SA, especializada en productos de pelo para piezas de abrigo, forro, calzado y juguetería, de Rubí, ha anunciado a sus 59 trabajadores que no abrirá las puertas después de las vacaciones.
El cierre de la fábrica, inaugurada en 1969 y en la que se realizaba todo el ciclo de producción, desde el tinte hasta los acabados, no ha sorprendido. "La dirección nos ha explicado que cierra porque hay problemas financieros", explica Ricardo Iglesias, portavoz del comité de empresa. "Lo sospechábamos porque sobrevivir en el textil es muy complicado y porque desde hacía un año el ritmo de producción había bajado mucho", relata Iglesias. La noticia ha caído como un jarro de agua fría.
Los trabajadores y la dirección empezaron ayer la negociación sobre los despidos. Para muchos encontrar trabajo no va a ser fácil. La media de edad de la plantilla ronda los 50 años. Es el caso de Antonio Martínez y su esposa. "Yo llevaba 40 en la empresa, y mi esposa, 35. Ahora el futuro lo veo muy negro", lamenta. Los trabajadores se reunieron el viernes con la alcaldesa de Rubí, Carme García. Un comunicado del Ayuntamiento indica que García se ha comprometido a ponerse en contacto con el Departamento de Trabajo e "iniciar un plan de de inserción laboral y un plan social".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de julio de 2007